Si nos hubiéramos conocido antes, este cuento sería leyenda

Si nos hubiéramos conocido antes, este cuento sería leyenda, sería la trágica historia de una mujer que se enamoró de un hombre al que no le gustan las mujeres.

Pero nos conocimos ahora, cuando se supone que vos sabés qué querés y yo sé que te quiero a vos.

Si te hubiera conocido dentro del clóset ahí estarías todavía porque te hubiera encerrado para no verte salir, para no encontrarte afuera.

Esto es como un dejavú, ya lo había vivido y por cierto no me gusta.

Ya me había dado un respiro, pero volví al mismo punto.

¿Justicia divina?

Las viejitas de antes decían: "Dios tarda pero no olvida".
Dice un amigo que vio un rótulo en Puerto Viejo que decía "señores de CANARA querían TLC ahora lo tienen"
No puedo más que reírme, es cierto "Dios tarda pero no olvida" la justicia divina sí existe.
Cuando el referendo estaba a lo más y mejor daba miedo oír Panorama, simplemente me vomitaba con lo urgidos que estaban por aprobar el TLC y ahora ¿qué pasó?
Ahora con la misma urgencia nos quieren obligar a estar de su lado, a reprochar a las "transnacionales de la música sus cobros abusivos" jajaja "cría cuervos y te sacarán los ojos"
Si bien es cierto, la famosa ley que ahora está en discusión data de 1992, nadie se acordaba de ella hasta que aparecieron las famosas leyes de implementación que sí son efecto directo del TLC, las que pusieron a CANARA a sufrir, ahora resulta que se rasgan las vestiduras por los efectos de un tratado que defendían a muerte, tamaña ironía.
Si esos cobros son abusivos o no? o hasta dónde llega el derecho de los autores? no es algo que quiera discutir aquí, hoy solo quiero decir que me siento vengada al igual que miles de costarricenses que nos encantan los dichos populares y que sentimos cierto regocijo cuando "se vuelve la tortilla".

El príncipe que no soñé

Sos el príncipe que no soñé, el sapo que no se convirtió jamás, por más que lo besé.

Cuando me mirás no se qué esperar, no se qué es lo que pensás o tal vez no quiero saberlo.

Sos todo lo que nunca pedí, todo lo que nunca esperé, pero sos y aquí estás.

Sos una extraña mezcla entre ogro y osito de peluche. Creo que a vos más que a nadie he confiado mis secretos, pero estás demasiado distraído para darte cuenta.

Sos exactamente el patán que describen las revistas rosas, con el que no hay que juntarse, así sos.

Sos ese tipo de hombre que no pueden decir cosas tiernas en vivo, por eso aman los mensajes de texto.

Sos el mejor ejemplo de lo que uno no tiene que hacer en la vida, de lo que no hay que buscar en la vida, pero te me atravesaste en el camino.

Si mis amigas lo supieran me matarían, sos impresentable.

Creo que sos como un aguacero en un paseo por el campo, primero echás todo a perder pero al rato todo parece más divertido.

A veces no se si reir o llorar. No creo que haya un test de personalidad que pueda describirte, sos caso aparte.

Sos el príncipe azul que se destiñó en la primera lavada, todo un fraude.

Sos el promedio de la media y, a la vez, la excepción a la regla. Así de raro sos.

Sos todo lo que no pedí, el príncipe que no soñé, pero sos vos y no quiero que te vayás.

¿Cómo?

¿Cómo?

¿Cómo hacer?
Si tus ojos me cautivan,
si tu mirada me envuelve,
si tus palabras me dominan,
si tu amor me duele.

¿Cómo no llorar?
Si es el único método para el desahogo,
sin sentir que mis lágrimas son como un río,
por donde navega el recuerdo,
en mis noches llenas de frío.

¿Cómo no soñar?
Si no te puedo olvidar.
¿Cómo no recordarte?
Si te llevo en mi sangre.

Si tus ojos me cautivan,
si mis lágrimas te llevan,
si estás en mi interior,
si te sueño,
¿Cómo no amarte?

Hace 9 años tuve la inspiración para escribir esto. Esa inspiración se fue, pero guardé este poema porque sabía que un día podría verlo diferente.

Hoy quiero compartirlo, porque los sentimientos (con el paso de los años) ya no son lo que fueron, es más, ahora son mejores porque el corazón ya no duele.